Acompañamiento de jóvenes/adolescentes

Acompañamiento de jóvenes/adolescentes

Mi hijo no quiere estudiar ni trabajar

La preocupación de los padres con hijos que no están encarrilados, no tienen una meta, o van saltando de objetivo a objetivo sin alcanzar nunca ninguno, va en aumento.

La falta de motivación en unos casos, de autoestima en otros, o el ver que una sociedad tan competitiva no tiene espacio para ellos, hace que terminen pensando que no merece la pena esforzarse para ello.

Los jóvenes faltos de actividad y metas entran en un círculo peligroso. Poco a poco sienten que no pueden afrontar solos la vida y bajan los brazos a los desafíos. Esto puede terminar por crear una conducta que les lleve a sentirse inferiores y desencantados de todo.

En los últimos años, una de las quejas más frecuentes de los padres con hijos jóvenes es: «Mi hijo no quiere trabajar ni estudiar» Estos jóvenes desencantados de la vida entran en un periodo de confusión, por lo que no les satisface nada.

Como padres debemos estar atentos a ciertas señales usando con los siguientes estrategias:

Alentar su autoestima

Enseñarles a los hijos a quererse y respetase de manera equilibrada. Ellos han de conocer cuáles son sus cualidades para pulirlas y reconocer sus defectos para controlarlos

Fomentar valores

Lo material no debe suplir nunca las carencias de la personalidad De esta forma se fortalecen en ellos los valores que lo formarán como adulto responsable.

Fijar limites

Establecer límites razonables (no hay que exigir más, pero tampoco menos) concretos (les posibilita reconocer hasta donde pueden llegar) y claros (bien definidos).

Pedir orientación

Acudir a profesionales que junto con la familia les ayudaremos a superar este problema