La esperanza es algo fundamental para el ser humano

En este verano que estamos viviendo, se repite en nosotros la inercia de planificar el curso que nos llega, después de un un descanso vacacional, nos afloran las ganas de abordar nuevos retos, de iniciar proyectos, nos sentimos llenos de ilusión y  esperanza para conseguir esas metas. Esta estrategia de pensamiento es común todos los años, lo que no es común es la situación que vivimos. Ante esta situación no sabemos cómo reaccionar y nos aborda la incertidumbre, el desánimo, dedicando nuestra atención a imaginar escenarios posibles en lugar de visualizar  las escenas que deseamos vivir y propiciar.

Que la esperanza es fundamental para el ser humano es algo que esta sobradamente demostrado, me viene ahora el recuerdo del relato de Viktor E. Frankl en el libro titulado «El hombre en busca de sentido», donde queda de manifiesto como la esperanza influye hasta en el sistema inmunológico del ser humano. Aunque sólo sea por ello ya merece la pena que en una situación de pandemia hagamos lo posible por tener esperanza.

A menudo, se suele entender como esperanza  que te ocurran cosa buenas,  cosas que te llegan sin que necesariamente uno haga nada por que ocurran, sin embargo para generar esa esperanza  que te empodera, que te  arma de expectativas, de ilusión y motivación es necesario llegar a la acción y no esperar de manera pasiva que algo bueno nos llegue. Se hace imprescindible para  promover dicha esperanza llevar a cabo un plan de acción, una vez  tengas presente cuál es tu propósito, y para lograrlo saber qué  objetivos necesitas alcanzar.

¿Qué  preguntas puedes hacerte para localizar y planificar  ese reto?

  • ¿Qué te mueve o te hace vibrar?

La respuesta a esta pregunta debe ser realmente algo que te motive que te encante, que sientas que has nacido para ello y que estas tardando en llevarlo a cabo.

  • ¿Cuál es el  objetivo más importante?

De todos los retos que te surjan de la pregunta anterior debes priorizar el que realmente en este momento de tu vida sea el más necesario , el más sostenible, el más retador.

  • ¿Cuándo te gustaría conseguirlo?

Si no me pongo fechas ,si no planifico, no me pongo manos a la obra; es necesario tener conciencia de qué quiero y cuándo lo quiero conseguir. cómo sabré que lo he conseguido, necesito medir el éxito y para ello debo poner elementos que pueda medir. plazos, fechas, cantidad.

  • ¿Por dónde empezarías?

Diseñar unos medios para conseguir mi meta. De manera que ponga el foco, en qué es lo primero o más importante y qué pasos deben seguir a este.

  • ¿Qué deseas mejorar?

Analizar mis habilidades y destrezas a mejorar, me hará tomar conciencia de cómo será la consecución de dicho reto, qué factores van a facilitarme la consecución de mi objetivo y como debo acercarme a ir adquiriendo esas habilidades que necesito. Además, la respuesta a  esta pregunta me va a facilitar que me plantee el desafío necesario para salir de ese estado confortable que me impide cambiar.

  • ¿Qué te impediría conseguirlo?

Tener en cuenta que elementos de mi entorno o de otros sistemas pueden influir en la consecución de mi objetivo , me ayudará a poder diseñar  planes alternativos al planteado originalmente, además de poner en practica mi flexibilidad y capacidad de reaccionar ante los cambios. Es una manera de preveer posibles obstáculos que siempre se nos plantean.

Esta batería de preguntas u otras posibles van a ser generadoras de nuevos horizontes y mirar al horizonte siempre es motivo de esperanza. Anímate a probar!!

La esperanza es algo fundamental para el ser humano